1994.
-Jajajajaja! Para de
hacer eso!
-Por qué? Es
divertido! – exclamo mientras sigo echándome arena por encima de la cabeza –
-Que me está
llegando a mí! – Malú no para de reir –
-Buena idea… - me
dirijo hacia ella pero sale corriendo hacia la orilla –
La persigo mientras
se ríe sin parar. Me encanta cuando se ríe a carcajadas. Me encanta venir a la
playa con ella. La alcanzo en la orilla y caemos dentro del agua.
-Jajajajaja! Está
fría eh?
-Idiota!! – me
empuja, parece enfadada – ahora verás – cambia el gesto a su típica cara de
pilla y me agarra del brazo, lanzándome de nuevo al agua –
-Malú! No le hagas
eso a Álex!
-Qué? Mamá! Pero has
visto lo que me ha hecho él? – grita indignada –
Veo a Pepi negar con
la cabeza y volver a meterse bajo la sombrilla.
-Mi madre te quiere
más a ti que a mí… - reniega –
-Claro… - contesto
irónico – oye, que tienes ahí? – señalo hacia sus piernas -
-Donde? – pregunta
asustada mirando hacia abajo –
-Al agua! – grito
agarrándola de nuevo y lanzándola al agua –
-Jajajajajaja! Te la
has ganado… - viene hacia mí, lanzándome de nuevo al agua –
-Jajajajajaja! – río
a carcajadas intentando no tragar agua –
2010.
Dejo reposar mi
espalda en la pared, abatido por los recuerdos que me asaltan en este momento.
Siento una presión en el pecho importante. Y si es la última vez que la veo? Y
si encuentran algo más grave de lo que parece? Y si… sacudo mi cabeza al pensar
en que puede pasarle algo. No, no va a pasarle nada, solo van a curarle, ya
está.
No me apetece
sentarme en una silla, no parecen demasiado cómodas, así que opto por sentarme
en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, y hundo mi cabeza entre mis
brazos. Necesito espacio, este es mi espacio. Cierro los ojos y la veo de nuevo
en la playa, cuando éramos críos y me invitaban a pasar unos días en su casa en
verano. Unas lágrimas asoman desafiantes ante mis ojos, pero las reprimo, no
soy mucho de llorar. De hecho hacía mucho tiempo que no tenía tantas ganas de
llorar como ahora.
De pronto, escucho
unos gritos que vienen por el pasillo. No me da tiempo a levantarme, en
cuestión de décimas de segundo aparece Pepi, acompañada de Jose y de una chica
que no sé quién es.
-Donde está mi hija?
Donde está mi hija? – repite una y otra vez angustiada – Alex! – grita al verme
mientras me levanto del suelo –
-Cálmate Pepi… - me
acerco a ella e, instantáneamente, se abraza a mí, bajo la atenta mirada de Jose,
que aprieta la mandibula, y de esa chica, que parece examinarme fugazmente –
-Qué haces aquí?
Cómo te has enterado? Donde está?
-Tranquilízate, está
con los médicos… yo… - me paso la mano por la frente fugazmente – ha sido
casualidad, iba por la carretera y he visto un accidente y cuando he parado he
visto que era ella y… - paro de hablar, creo que no puedo seguir con este nudo
en la garganta –
-La has visto?
Estaba bien? – pregunta desesperada –
-Estaba consciente,
con alguna herida pero el médico de la ambulancia cree que no tiene nada grave…
- intento calmarla, obviando lo de la fractura y la sangre – se pondrá bien –
veo como comienza a respirar con dificultad – respira hondo Pepi… ven… - la
agarro por un brazo y la llevo a una silla – se pondrá bien, respira hondo… -
me siento a su lado – no va a pasar nada… - repito una y otra vez –
-Familiares de María
Lucía Sánchez? – un médico aparece tras abrir la puerta e, instantáneamente, me
pongo de pie como un resorte, seguido de Pepi, que aparta a todos con los
brazos y se pone frente al médico – tranquila – responde el médico al notar su
ansiedad –
-Cómo está? Donde
está mi hija?
-Tranquila… - repite
de nuevo – vengan conmigo…
Me quedo paralizado.
Debo entrar? Quiero entrar, pero no se si debo, no soy familiar, no soy nada de
ella… hasta hace 2 días no había cruzado una palabra con ella desde hace años…
Jose se gira hacia mí y alarga su mano para agarrar mi brazo y arrastrarme
dentro. Sin mediar palabra. Camino a su lado en silencio hasta una sala donde
el médico nos ofrece sentarnos. Pepi se sienta en una silla y me busca con la
mirada, alargando su mano para que se la sujete.
-Malú ha sufrido un
accidente de tráfico grave – comienza a hablar el médico, haciendo que de nuevo
aparezca ese nudo en la garganta – afortunadamente parece no tener lesiones
graves, aunque ahora mismo le estamos haciendo un tac craneal y diversas
pruebas para asegurarnos que no hay nada importante…
-Un tac? – pregunta
la chica –
-Tiene un golpe en
la cabeza y está algo aturdida… pero creemos que es algo superficial, aunque la
prueba es la que nos va a decir si hay o no lesión…
-Ay dios mío mi
niña… - susurra Pepi respirando agitadamente –
-Tiene una fractura
en la pierna izquierda, y varias contusiones, aunque eso ahora es lo menos
importante… lo más importante es descartar que tenga lesiones internas… aunque
la exploración parece indicar que no hay nada…
-Tampoco lesión de
columna? – intervengo –
-No parece… de todas
maneras haremos pruebas para descartar eso también – respiro hondo intentando
que no se note demasiado –
-Podemos verla? –
pregunta Jose –
-Ahora mismo no
porque estamos haciéndole pruebas… pero en cuanto tenga los resultados os
avisaré… - Pepi cubre su cara con sus manos – le aseguro que ha tenido mucha
suerte… por lo que me han contado, el accidente ha sido bastante importante.
Trago saliva al
recordar el coche de Malú dar vueltas de campana. Es un milagro que esté viva
realmente. Salimos de la sala un tanto compungidos pero, al mismo tiempo,
aliviados diría yo. Aunque hasta que no nos digan que no tiene ninguna lesión
cerebral, seguiré en tensión. Volvemos a salir fuera y Jose se deja caer en una
silla.
-Como ha podido
pasar esto? – dice de repente, comenzando a llorar –
Me siento fuera de
lugar pero no puedo evitar intentar consolarle.
-Jose, tu hermana se
va a poner bien, ha sido un susto gordo, pero se va a poner bien… - digo
convencido –
-Tú has visto el
accidente verdad? Qué ha pasado? – pregunta mirándome –
-Bueno… - dudo en si
contarle la verdad – el accidente... - recuerdo que tendría
que ir a buscar a la policía para contarles todo –
-Disculpen – me giro
al escuchar la voz de alguien y veo un par de policías – veníamos buscando a un
testigo del accidente de tráfico… nos han dicho que estaba aquí…
-Soy yo… - contesto
serio –
-Bien, queríamos
tomarte declaración para saber qué ha pasado…
-Claro…
-Has presenciado el
accidente? – así que me van a interrogar aquí… muy bien, delante de su familia
–
-Si…
-Qué ha ocurrido?
-Pues… - suspiro al recordarlo - yo iba por el
carril izquierdo y un coche me ha adelantado por la derecha a toda pastilla… he
tenido que frenar porque ha invadido mi carril al meterse en el izquierdo… y se
ha puesto a la altura del coche de… - miro fugazmente a su hermano – de la
chica que ha sufrido el accidente.
-Sabemos que es Malú
– responde el otro agente –
-Ah… bueno… -
carraspeo – se ha puesto a su altura y… - miro hacia su madre y suspiro – se ha
puesto a dar bandazos hacia su coche…
-Hacia el coche de
Malú – responde el agente mientras apunta en una libreta –
-Si… - carraspeo de
nuevo – le he pitado varias veces pero no ha parado de hacerlo… hasta que en
una de ellas ha dado con el lateral del coche en el lateral del de… Malú…
-Eso es verdad? –
pregunta Jose levantándose de la silla –
-Y… el coche se le
ha ido y ha dado primero en el quitamiedos del lateral y luego se ha cruzado
hacia la mediana… y ha comenzado a dar vueltas…
-De campana – aclara
el agente –
-Si…
-Dios mío… - escucho
a mi espalda a su madre –
-Y se ha dado a la
fuga? – pregunta el agente –
-Yo he pasado a
punto de chocarme con su coche pero la he esquivado y he parado en el arcén… unos
metros más adelante el otro conductor ha parado también y se ha bajado del
coche… creo que tenía intención de ir hacia él, pero me ha visto salir… le he
increpado desde mi coche, y con las mismas se ha subido al coche y se ha
largado... así que yo he llamado al 112 y... he estado con ella hasta que han llegado – concluyo mi narración de los hechos –
-Comprendo… -
susurra el agente – podrías darnos información sobre el coche?
-Tengo la matrícula
y el modelo… - digo seguro – lo tengo apuntado en el móvil – lo saco nervioso –
era un Ford mondeo azul oscuro… esta es la matrícula…
-Vale… - el agente
la apunta – algún dato del conductor? Alguna descripción?
-Pues… no se… 1,80 o
así… pelo moreno… iba con vaqueros y camiseta negra de manga corta… y… - me
quedo pensativo – no se mucho más, lo he visto dos segundos pero si me lo cruzo
lo reconocería…
-De acuerdo – el
agente cierra la libreta – tu versión cuadra con la de otro testigo… es de gran
ayuda la información que nos has dado…
-Puede ser
intencionado? – pregunto temeroso –
-Puede ser… - espeta
el agente sin alzar la mirada – ella está bien? – pregunta sin querer parecer
interesado –
-Están los médicos
con ella… hay que esperar… - contesto de manera prudente –
-Saben de alguien
que últimamente la haya molestado en exceso? Alguien con quien haya discutido?
– pregunta el agente haciendo que se asusten –
-No… no creo… -
contesta Jose contrariado -
-Bueno…
necesitaríamos ponernos en contacto contigo por si encontramos al tío este para
que lo identifiques… danos un teléfono de contacto.
-Claro… - le doy mi
teléfono –
-Bueno, gracias por
la información, nos va a servir de mucho para cogerlo.
Se marchan,
dejándome allí con su familia, sin poder darles una explicación mayor que la
que les he dado a ellos. Sé que deben estar confusos, pero la hipótesis de que
alguien pueda haber querido hacerle daño, creo que cobra fuerza.
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