miércoles, 30 de septiembre de 2015

CAPÍTULO 15: No me interesa

2001.

-Bueno… - para de reir y se queda quieta en la acera – pues esta es mi casa.

-Vaya… ahora que estaba a punto de conseguir que tuvieras que hacer pis detrás de un coche… - digo de manera divertida –

-Jajajajaja – estalla de nuevo en una carcajada – no me hagas reir más por favor… - me suplica de manera graciosa –

-Bueno… - suspiro levemente al ver como saca las llaves – pues… un placer haber compartido esta noche tan extraña…

-Y tanto… - asiente sonriendo – muy extraña…

-Mucho… - contesto de manera automática – espero que todo te vaya genial con lo del nuevo disco… - contesto recordando una de las múltiples conversaciones que hemos tenido en el bar –

-Gracias… - baja la cabeza sonriente, algo avergonzada –

-Que descanses… - me hago el valiente y me acerco a ella para dejar un beso en su mejilla. Sin querer, el olor de su pelo me atropella, dejándome un tanto paralizado. Es un olor que recordaba muy bien –

Me sonríe y, sin más, me doy la vuelta dispuesto a caminar hasta mi casa. Cuando doy apenas, dos pasos, su voz vuelve a abrirse paso.

-Álex… - me giro y, instantáneamente, mira hacia el suelo – em…. – noto como se ruboriza por momentos – después de estar tanto tiempo sin vernos… - carraspea – bueno que… quieres que te enseñe mi casa?

Abro los ojos de par en par. Esto si que no me lo esperaba. Creo que es la primera vez que una chica me invita a subir a su casa. Bueno, la primera no, ella ya lo había hecho muchas veces cuando éramos pequeños. Sonrío también avergonzado, con las manos todavía en los bolsillos.

-Seguro? – pregunto comedido –

-Seguro – asiente convencida –

-Bueno… así por lo menos tendrás un baño cerca…

Vuelve a reírse con ganas mientras abre la puerta. Qué coño estoy haciendo? Estoy entrando a la casa de una chica que me gusta, que me gustaba de pequeño, y a la que llevo años sin ver. Fantástico Álex, y ahora qué vas a hacer? Porque si hiciera lo que me apetece, probablemente ya estaríamos besándonos en ese sofá. Se sienta y se quita los tacones, soltando un bufido de alivio. Imagino el placer que debe suponer bajarse de semejantes andamios. De pronto, siento una vergüenza extrema, qué cojones hago yo aquí?


2010.

-Joder Álex, te pasan unas cosas que son dignas de escribir una novela…

-Sólo vas a decir eso? – resoplo indignado –

-Tio… llevo años sin ver a Malú, más que tú por lo que me has contado… - pongo los ojos en blanco – yo sé que antes era una tía guay, pero ahora no sé como es… quizá tiene el síndrome estelar…

-El qué? – pregunto extrañado –

-Estelar… de estrellas… de fama vamos… - pongo los ojos en blanco ante las invenciones de Paco – te acuerdas cuando su madre me gritaba “Antoñito” desde su balcón? Jajajaja – se muere de la risa – esa mujer era la caña… nos tenía a todos controladísimos.

-Cállate anda… - tuerzo el gesto con desagrado – total, que esto se acaba aquí de nuevo – sentencio seguro –

-Ya… y de verdad crees que Malú, conforme era de cabezona… o Pepi… la gran Pepi… - hace un gesto haciéndose aire – van a dejar las cosas así? Esto no habrá sido cosa suya tío… será cosa de la amiga loca esa que tiene…

-No se… - niego con la cabeza – pero yo no voy a volver a ese hospital a que me apunten con el dedo como si fuese un delincuente…

-Ya… igual te llaman… - niega con la cabeza – mira, bien que haces tío… ya te lo he dicho, seguramente a Malú se le ha subido la fama a la cabeza… a todo el mundo le pasa… - se enciende un cigarro – me pasaría a mí si miles de personas corearan mi nombre en una plaza de toros mientras canto… eso hace que no puedas poner los pies en el suelo…

-Pero joder, yo no he hecho nada…

-Ya… y ellos también lo saben… pero cuando se acerca alguien… digamos… extraño… sacan los perros de presa para curarse en salud – dice de la manera más normal – es lo que tiene la fama… por eso yo no soy famoso… no me va a ese rollo…

-Tú de qué vas a ser famoso? De fumar más que nadie en el mundo o qué? – digo riendo –

-Por ejemplo… - le pega una calada fuerte a su cigarro – bueno, entonces qué? Te acompaño a casa o puedes ir solo tras el trauma?

-Gilipollas… - sonrío de medio lado – nos vemos mañana anda…

-Descansa anda…

Salgo de su casa y subo al coche. Me quedan unos 20 minutos de trayecto a mi casa. Toni es mi mejor amigo, sin lugar a dudas… en el colegio nos llevábamos bien, pero sin mucha relación, formábamos parte del mismo grupo de amigos, pero todo cambió cuando los dos nos fuimos a estudiar a Cádiz lo mismo. Compañero de carrera y de fatigas, nos hemos hecho inseparables. Conduzco con la radio puesta cuando, de repente, suena el último éxito de Malú. Miro a la radio sorprendido, como si pensara que tiene una fuerza sobrenatural para ponerme justo ahora este tema. Nada que ver, coincidencias de la vida. Una tormenta asola la ciudad, me va a costar la vida llegar a casa así que decido tomármelo con tranquilidad.

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