1998.
-Joder… mira mis
pelos… - digo emocionado mirándola – suena genial…
-Este niño… - dice
su madre acariciándome la cara – siempre tan expresivo.
-Seguro que os
gusta? – dice insegura – no sé… se me hace tan raro escucharme ahí… - señala la
minicadena –
-A mi me encanta –
digo con voz sincera – tío… que tienes un disco Lula! – digo emocionado – en
cuanto salga, me lo compro.
-De eso nada… - coge
uno de los discos – para ti.
-En serio? – miro a
su madre, que nos mira sonriente – eh, pero fírmamelo coño!
-Esa boca niño! – me
reprime Pepi –
2010.
Pff. Cuánto tiempo
hacía que no veía este disco?
Sabía que tenía que tenerlo por alguna parte. Leo
la dedicatoria una vez más.
“Para el mejor amigo
que tengo y que tendré para siempre”. Qué mona. Menuda sonrisa más tonta se me
ha puesto. Aparto el polvo de la carátula y guardo el cd en mi mochila. Esto
tengo que enseñárselo a Malú, se va a morir cuando sepa que lo he guardado
todos estos años.
Camino hacia su
casa. Me siento diferente con ella. La verdad es que a veces es como si no
hubiera pasado el tiempo, o, al menos, esa es mi sensación en estos días. Hemos
hablado de tantas cosas como hemos podido, incluso su madre se ha unido a
rememorar viejos tiempos algunas veces. Se hace raro porque es como si hubiera
vuelto a aquella época… como si todo lo que viví en ese momento, pudiera volver
a ocurrir.
Malú está mucho
mejor, dentro de pocos días le quitarán la escayola, o eso creo. A veces siento
el impulso de decirle que yo me hago cargo de su recuperación, pero luego me
freno. No se exactamente por qué. Bah, no me necesita, seguro que tiene cientos
de fisios dispuestos a trabajar con ella.
-Y eso que me abres
tú? – digo sorprendido al verla con las muletas –
-Porque estoy sola –
dice sonriendo mientras cojea - me duele el hombro y solo he andado del sofá
hasta aquí con las muletas… - dice haciendo visibles gestos de dolor –
-Claro que te duele…
tuviste una contusión y ha estado en reposo… - hago que se siente en el sofá
para palpar su hombro – has hecho ejercicios de fortalecimiento?
-Eh… - me mira con
cara culpable – si los hubiera hecho, los recordaría verdad?
-Eres un puto
desastre… - niego con la cabeza – pues tienes que hacerlos… has perdido
musculatura…
-Yo no tengo de eso
– aprieto en uno de los puntos dolorosos – Au! – se queja y me mira con ojos
asesinos –
-Tienes una
contractura del copón ahí… - dejo su hombro y me siento a su lado en el sofá –
quieres que te prepare una tanda de ejercicios y los haces aquí?
-Luego hablaremos de
eso… - me deja extrañado, no sé a qué se refiere – qué tenías que enseñarme?
-Verás… - agarro mi
mochila y saco el disco – te dije que lo tenía…
-Hostias… - lo coge
entre sus manos – te lo firmé! – asiento sonriente – vaya dedicatoria… - me
mira con cara de culpabilidad -
-A mi me ha
encantado cuando la he vuelto a leer… - digo sonriente – donde lo puedo poner
para escucharlo?
-Qué? Ni hablar… -
niega con la cabeza – ni lo sueñes
-Anda mira, en el
dvd mismo… - me levanto del sofá –
-Alejandro vuelve
aquí – dice intentando levantarse del sofá –
-Alejandro? – me giro
sorprendido – así me llamabas de pequeño cuando te cabreabas... incluso con el mismo tono de voz – digo sonriente –
-Dios... - resopla - Pero tío, estás
flipando o qué? – veo como saca su vena macarra –
-Mola cuando sacas
la macarra que llevabas dentro de niña…
-Me cago en la
hostia… - se queja sin poder levantarse del sofá – te parecerá bonito
aprovecharte de una tullida…
-Anda calla… - pongo
atención al sonido –
-Oh… por favor… - se
tapa la cara al escuchar el primer verso de aprendiz –
-Malú, no sé por qué
te da tanta vergüenza… - digo riéndome – si está genial…
-No me gusta nada
escucharme… - reniega –
Voy pasando las
canciones hasta encontrarla. Me río a carcajadas cuando, al sonar la canción
que me dijo que le recordaba a mí, se tapa la cara con el cojín del sofá.
-Quítala por favor…
- me pone cara de chantaje – por caridad…
-Sabes cuántos años
hace que no escucho esta canción? – muevo la cabeza al ritmo de la canción con
los ojos cerrados – todas esas cosas eran las que querías decirme?
-Aggg – suelta un
gritito – por qué me torturas así? Era una niña! – se excusa – tenía que pensar
en cosas que me habían pasado para cantar con sentimiento…
-Es de Alejandro
verdad? – asiente todavía tapándose la cara mientras la canción continúa – te
costaba confesar que me querías? – digo medio en broma, medio en serio al escuchar
ese verso –
-Socorro… - hace un
gesto gracioso con la cara y se tumba en el sofá, con el cojín cubriendo su
cara –
-Jajajajaja! Es
total el haberte conocido Malú – digo siguiendo uno de los versos de la canción
–
-Gilipollas! – grita
debajo del cojín – No, ahora en serio… - se incorpora intentando aparentar
normalidad… aunque puedo apreciar el rubor en sus mejillas – que me recordaba a
ti por lo de la distancia y lo de tanto tiempo sin vernos y eso… - carraspea –
y deja de mirarme con esa cara!
-Qué cara?
Reconozco que la
situación me hace mucha gracia. Verla así, avergonzada pero manteniendo el
sentido del humor que siempre le ha caracterizado, es una de las cosas que
siempre me han gustado de ella. De repente, de la nada, aparecen en mí unas ganas
de abrazarla que hace tiempo que no sentía. Me siento incómodo, muy incómodo. Y
con ganas de largarme de allí, a donde sea, pero largarme.
-Por favor… qué voz
más absurda… - se estira hasta que consigue coger el mando del dvd – se acabó –
la música deja de sonar – ya me has torturado bastante…
El timbre suena
mientras la incomodidad ha ido desapareciendo en unos segundos. La sensación
apenas ha durado un momento. Ya estoy bien. Insisto en abrir yo la puerta,
cuando, al abrirla, me encuentro con alguien que no esperaba. Alguien con quien
también compartí parte de mi infancia.
1997.
-Es que me gustan
todas las canciones…
-Ya, pero dime cuál
te gusta más hombre…
-Mmmm… - me quedo
pensativo – amiga mía – contesto seguro –
-Jajajajaja – Alejandro se ríe
mirando a Pepe – no sé por qué, sabía que esa era la que más te gustaba…
-Ah sí? – pongo cara
de extrañado – por qué dices eso? – miro hacia Pepe y luego a Malú que mira a
los dos sin entender nada –
-Porque sé que te
recuerda a alguien… - dice Alejandro sonriendo y mirando hacia Malú – nunca olvides a quién te recuerda - dice en voz baja pegado a mi oído -
2010.
-Alejandro? –
pregunta extrañado en la puerta – joder! Si que has cambiado coño! – me suelta
una abrazo sin dejarme hablar – ya me habían dicho que igual no te conocía…
-Alejandro… - digo
todavía en shock –
-Pues claro tocayo!
– se ríe – que soy yo! – cierra la puerta riéndose – ven aquí hombre… - me da
otro abrazo, pero no soy capaz de hacer nada – qué haces aquí?
-Eh…
-Quién es? –
pregunta Malú desde el salón –
-Lulita! – la llama
con cariño – qué pasa hija? – pregunta pasando al salón –
Me quedo parado en
la puerta. Miles de recuerdos vienen de nuevo a mi mente. Miles de situaciones,
de momentos… la verdad es que no sería capaz de explicar la de cosas que me
unen a él. Recuerdo cuando me compré mi primera guitarra. Un día me atreví a llevármela a casa de Malú... y allí estaba él... los primeros acordes que me salieron, las primeras melodías... las primeras notas, fueron con él en esa casa. Desde entonces, llevo una guitarra allá donde voy, quizá ahora la he dejado aparcada... a veces me enfado con ella, suele pasarme cuando no me sale nada. En casa de Malú siempre había una guitarra, fuera de Alejandro, de su tío, de su padre o de su hermano... y yo me aficioné a ella por eso, por ellos, por Alejandro, por Paco... quería saber hacer lo que hacían ellos, pero, si me preguntaban a quién quería parecerme de mayor, yo solía responder que a Alejandro Sanz.
-Álex? – Malú me
mira desde el sillón – estás bien?
-Se ha quedado
flipado… - dice Alejandro riéndose mientras entro al salón – pero tío! –
exclama levantándose del sillón y viniendo hasta mí – qué ganas tenía de verte
hombre… - me da una palmadita en el hombro –
-Eh… - balbuceo –
joder… - digo intentando expresar lo que siento –
-Jajajaja! – se ríe
– no me jodas que te impone verme…
-Hombre… - digo
intentando parecer una persona normal – joder, no me lo esperaba…
-Tenías que haberle
avisado… - dice mirando a Malú –
-Ah, que sabías que
venía? – digo indignado mirando a Malú –
-Eso por lo de
antes… - dice triunfante –
-Coño… - dice
Alejandro sonriendo tiernamente – seguís como si no hubiera pasado el tiempo… - nos
mira alternativamente –
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